El vocabulario del vino

Cómo segunda entrada del blog, queremos ofreceros los que nosotros denominamos, "el vocabulario del vino". Es decir, aquellas palabras que empleamos para describir las texturas, los aromas, los sabores y demás características que podemos obtener en la degustación del bendito licor. Con permiso de la Real Academia Española de la lengua y de los "sommelieres" de prestigio:

  SEDOSO: Calidad de suavidad del vino en la boca

  FRESCO: Sensación producida en la boca por un vino joven. Generalmente provocada por la acidez.

  UNTUOSO: Sensación de suave fluir del vino en la boca.

  COMPLEJO: Vino equilibrado, pleno.

  ÁSPERO: Sensación registrada en el roce de la lengua con el paladar provocada generalmente por el exceso de taninos.

  MACERAR: Dejar los hollejos en contacto con el mosto para que obtenga color.

  RETROGUSTO: Sensaciones dejadas por el vino nada mas tragarlo.

  AFRUTADO: Vino cuyos aromas recuerdan a frutas.

  CARNOSO: Vino con estructura potente, que llena la boca.

  GRASO: Vino untuoso, sedoso con grado alcohólico alto.

  AMPLIO: Vino completo que hace resaltar las características de cada uno de sus componentes.

  LÍAS: Sedimentos que quedan en el fondo de los depósitos o toneles tras la fermentación.

  ABOCADO: Vino con un cierto sabor dulce, entre 5 y 15 gramos por litro de azúcares.

  CLÓN: Cepas que se han multiplicado a partir de la cepa madre y que por tanto son iguales genéticamente.

  BRUT NATURE: clasificación de los vinos espumosos naturales secos con un contenido en azúcar inferior a 6 gramos por litro de azúcar.

  EQUILIBRADO: Vino armonioso en el que no se encuentran defectos.

  TANINOS: Sustancia amarga que está en la piel de la uva, responsable de la astringencia y mayor aspereza de los tintos.

  DEGÜELLE: Operación en la que se eliminan las lías o sedimentos del vino en la producción de espumosos.

  LÁGRIMAS: Huellas dejadas por el vino en la pared de la copa. Dependen de la intensidad del alcohol y de la glicerina contenida por el vino.

  ATERCIOPELADO: Vino suave, sedoso en el paladar, de vinos redondeados por la crianza o por ser dulces sus taninos.

  VELADO: Vino ligeramente alterado en su limpidez.

  AGRESIVO: Vino con aroma y sabor penetrante y desagradable generalmente por exceso de taninos, bien por excesiva barrica o uvas poco maduras.

  COMBATIVO: Se dice de un vino agresivo y rústico

  ABURRIDO: Vino "soso", sin cuerpo. Carente de aromas y sabores destacables

  ACRITUD: Carácter ácido elevado, acompañado de un olor particular que recuerda al vinagre. Este olor de "picado" es un defecto grave del vino, que ha seguido una desviación bacteriana indeseable.
 

De momento tenemos ya unos cuántos términos para aprender, en próximas entradas dedicaremos mas tiempo a otras denominaciones y características de la lingüistica vinícola.